Nuestras madres siempre nos han dicho eso de ‘bébete el zumo que se le van las vitaminas’. Y esos famosos zumos siempre han sido resultado de exprimir unas ricas naranjas como las que se cultivan en nuestra huerta.

¿Vosotros también sois fans de las naranjas y las mandarinas?

El consumo de estas frutas, más de temporada que nunca ahora en febrero, tiene múltiples beneficios para nuestro organismo.

La naranja, una de nuestras frutas cítricas favoritas, es uno de los alimentos con menos valor calórico de los que podemos nutrirnos y con un gran aporte de fibra soluble para nuestro organismo.

Sus principales propiedades, según la Fundación Española de Nutrición (FEN), se relacionan con la disminución del colesterol y la glucosa en sangre, así como con el desarrollo de nuestra flora intestinal.

Además de ser rica en la famosa vitamina C, las naranjas contienen ácido cítrico, lo que favorece la absorción intestinal del calcio y facilita la eliminación de residuos tóxicos del organismo como el ácido úrico.

Sus flavonoides colaboran con las vitaminas en el refuerzo del sistema inmunitario, y la presencia de carotenoides con actividad provitamínica A sugiere, según numerosos estudios epidemiológicos, que la naranja previene distintos tipos de cáncer y protege ante el posible desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

En cuanto a las mandarinas, estas no son las ‘hermanas pequeñas’ de las naranjas, sino que son también una excelente opción nutritiva, con un bajo valor calórico y ricas en nutrientes.

Al igual que con la mayoría de cítricos, estas son ricas en vitamina C y vitamina A, difíciles de encontrar en otros alimentos.

Además, las mandarinas son una buena fuente de componentes funcionales: carotenoides, flavonoides y ácidos orgánicos que contribuyen a la prevención de enfermedades comunes como las cardiovasculares, el cáncer, las retinopatías y, en general, todas aquellas relacionadas con el proceso oxidativo.

En definitiva, el consumo de ambas frutas beneficia a nuestro cuerpo positivamente y se trata de un tipo de alimento del que no deberíamos privarnos, siempre teniendo en cuenta que no hay que abusar de nada.

En la huerta palaciega, disfrutamos tanto de mandarinas como naranjas de altísima calidad gracias al trabajo de nuestros agricultores, al clima y a la tierra. Y en Cooperativa Parque Norte siempre apostaremos por este tipo de productos de calidad que cuidan tanto de la salud de nuestros clientes.