La calabaza, sabor y versatilidad en nuestra cocina.

Sabrosa, con infinidad de propiedades y utilizable en cientos de recetas.
Si hay una hortaliza que nos pueda dar juego en nuestra cocina, al mismo tiempo que beneficia a nuestra salud en muchos aspectos, hablaremos sin duda de la calabaza.

La calabaza es una hortaliza comestible, generalmente de un tamaño grande, con forma redonda y de color amarillo o naranja.

Se trata de un alimento rico en agua y de baja densidad calórica, que principalmente nos aporta hidratos, además de fibra y una gran variedad de micronutrientes (carotenos, potasio, vitaminas A y B).

Por su riqueza nutricional y su bajo aporte energético, se trata de una hortaliza ideal para enriquecer platos cuando buscamos adelgazar.

Asimismo, debido a que su fibra absorbe agua, podemos saciarnos fácilmente con su consumo y favorecer el tránsito intestinal para prevenir o revertir posibles molestias como el estreñimiento.

La calabaza, como hemos comentado al principio de este artículo, es un alimento muy versátil, ya que podemos utilizarla en diferentes tipos de preparaciones para dar sabor y color, al mismo tiempo que sumamos nutrientes a nuestra dieta con un elemento poco calórico.

Puede incluirse tanto en platos dulces como salados, fríos o calientes, pero siempre se consume cocida y podemos ingerir aún su piel una vez cocida y previamente lavada.

Podemos asarla u hornearla, cocinarla al vapor, salteada, hervida con poca agua, en trozos grandes, con o sin piel. Podemos incluirla en diversas ensaladas, entremeses y bocadillos, purés, refritos, gratinarla…etc.

Un sinfín de recetas ricas en nutrientes y sabor.
¿Nos contáis alguna receta especial para preparar con la calabaza? ¡Estamos deseando conocer nuevos platos!